Shabat 38 – La intención
en la cocina
Continuando con
la labor de cocinar en Shabat el Talmud nos sigue explicando cómo es esta
Melaja exactamente. Para todos los que alguna vez pusimos una mano en la
cocina, o por lo menos lo intentamos, sabemos de la importancia de la intención
como ingrediente fundamental para nuestros platos.
El Talmud nos
trae una situación en donde antes del inicio de Shabat se olvidaron una olla en
la fuente de calor y se preguntan si el alimento puede o no ser consumido
durante el Shabat. Responden: Si no tuvo intención de dejarlo cocinar durante
Shabat – puede ser comido durante Shabat, pero si lo hizo con intencionalidad
no puede ser consumido durante Shabat.
Todo alimento que
cuanto más queda sobre la fuente de calor es mejor para el alimento (queda más
rico) – no puede ser consumido en Shabat. Todo alimento que cuanto más queda
sobre la fuente de calor perjudica la calidad del alimento – puede ser
consumido en Shabat (nuevamente vemos que la intención está por detrás).
Una tradición
que se transmite con la vivencia
Algo interesante
que vemos en esta hoja es que los Rabinos explican por medio de sus anécdotas
personales. Por medio de sus propias vivencias cuando estaban en una
determinada ciudad. Esto es un testimonio más donde nos muestran que el judaísmo
es una forma de vida y se transmite con el ejemplo.
Respecto a la
discusión que traían en la Mishna entre Hillel y Shmai en relación si podían o
no retornar el alimento a la fuente de calor. Dicen que mientras lo sostienen
en la mano (o sea que no lo apoya en otro lado) puede volver ala fuente de
calor, sino no. Otra opción que traen es si uno lo apoya con la intención
(nuevamente la intención presente) de volverlo a la fuente de calor, también se
pude retornar.
Como vemos en los
alimentos, como en todos los otros ordenes de la vida, la intención es central
y decisiva.
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