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sábado, 3 de noviembre de 2012

Shabat 31 – La Paciencia de Hillel


Shabat 31 – La Paciencia de Hillel

Enseñaron nuestros Rabinos que tenemos que ser pacientes como Hillel y no impacientes como Shamai.
Este principio lo explican con varias historias que nos ilustran la paciencia de uno y la impaciencia del otro.
Cuentan sobre una apuesta que hicieron dos personas, el que lograba impacientar a Hillel ganaba 400 zuz. La historia ocurre en la víspera del Shabat (justamente en un momento que uno está ultimando los preparativos para recibir al día consagrado…) La persona toca a la puerta de Hillel, él se viste y sale a recibirlo. Le dice: Tengo una pregunta. Hillel: Pregunta hijo mio. Y la pregunta es del tipo: ¿Por qué los que nacen en un lugar “x” tienen la parte del cuerpo “y” de esa forma? A lo que Hillel responde: Es una pregunta muy interesante y le da una respuesta. Luego de una hora lo mismo, y esta historia se repite muchas veces hasta que el que pregunta se da por vencido.
A continuación vienen las tres historias sobre una persona que se quiere convertir al judaísmo con una condición. La persona llega primero a lo de Shamai y él se enoja (se impacienta) y luego va a lo de Hillel y este lo recibe. Las tres condiciones son: recibir sólo la Tora escrita y no la oral, que le enseñen toda la tora en el tiempo que él esté parado en una pierna y la última es con la condición de ser un sumo sacerdote.
Hillel siempre da primero la bienvenida, con paciencia y luego enseña. En el primer caso le enseña el Alef Bet y al otro día le dice que cada letra es otra, cuando la persona se queja ya que el día anterior le había dicho otra cosa, le muestra así Hillel la imposibilidad de desprender lo escrito de lo oral. En el segundo caso es la conocida historia que Hillel dice: No le hagas al otro lo que no te gusta que te hagan a ti y agrega, ahora anda y estudia. La última asume que con el estudio él llegará a la conclusión que eso no es posible.

Las preguntas que tendremos que responder
Nos cuenta el Talmud que cuando nuestros días lleguen a su fin deberemos responder las siguientes preguntas: 1. ¿Mantuvimos la fue en Ds en nuestras actividades para ganarnos el sustento? 2. ¿Fijaste tiempos para el estudio de la Tora? 3. ¿Te ocupaste de la procreación? 4. ¿Esperaste la redención? 5. ¿Intercambiaste ideas con inteligencia? 6. ¿Entendiste una cosa por inferencia de la otra?


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