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miércoles, 24 de octubre de 2012

Shabat 21 – Ya que hablamos de aceites


Shabat 21 – Ya que hablamos de aceites

Este segundo capítulo del tratado de Shabat continúa hablando sobre los aceites y mechas con los cuales se pueden encender las velas y con aquellos que no. Van nombrando distintos lugares, animales, cosas de las cuales se puede extraer aceite y si es posible utilizarlo o no.

Pero al mejor estilo Talmúdico, ya que hablan de una cosa también nos hablan de otra. En este caso ya que nos hablan del encendido de las velas de Shabat con aceite nos hablan de otro momento del año donde las luminarias y especialmente los aceites adquieren protagonismo: la festividad de Januca, la fiesta de la luces.


Algunos conceptos respecto a la festividad de Januca.

¿Hasta cuando podemos encender las velas de Januca?
Podemos encender mientras haya gente en el mercado. La lógica es poder hacer público y difundir el milagro de Januca, sino hay gente no tiene sentido.


La importancia de un buen argumento
¿Cómo se enciende la Janukia? Beit Shamai decía colocamos una vela y de ahí en más vamos disminuyendo una por día como las ofrendas de animales que se hacían en la festividad de Sucot. Beit Hillel dicen colocamos una el primer día y de ahí en más vamos aumentando ya que la idea es poder subir en la escalera de la consagración y nunca descender.


Pluralismo
La interesante del Talmud es como en una misma página conviven las distintas posturas. Ejemplo de esto es que en esta página se da testimonio de dos personas que vivían una al lado de la otra y cada una encendía de una forma diferente (uno como Beit Shamai y otro como Beit Hillel) y cada uno le daba el motivo de esa casa de estudio. Creo que el desafío es poder atesorar las prácticas (en esta caso encender la Janukia) quizás ¿cómo lo hacemos exactamente? Mientras tengamos motivos y argumentaciones válidas lo sean y nos ayuden a transmitir la vida judía a las próximas generaciones.



Yo no fui, fue el camello
Si bien somos responsables de lo que hace nuestro camello, en la Guemara se trae el caso de un camello que en Januca pasa por un camino y genera un incendio en un negocio a causa de las velas de Januca que se encontraba en el dominio público, en este caso el dueño del negocio no tiene responsabilidad ya que el dueño del camello debería de haber puesto atención con motivo de la festividad de Januca e ir por otro lado o con más cuidado.



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